viernes, 28 de octubre de 2011

 
Decíamos en nuestro último escrito que definitivamente la negociación de convenio colectivo iba a girar sobre recortes salariales y de derechos. Que los cuatro sindicatos representados en el Comité de Empresa se habían tragado sin más, un sacrifico o esfuerzo por parte de los trabajadores. Lo único que restaba por conocer era la magnitud de tales recortes salariales y de derechos, aunque ya hace un mes había rumores de una disminución salarial nominal de un 5 % por cada trabajador, que sumada a los efectos de la inflación podía ser muy lesivo para los mismos.

            Estas últimas dos semanas lo rumores sobre el recorte salarial han ido in crescendo, incluso circulan documentos de hipotéticos preacuerdos entre la Dirección de la Empresa y los cuatro sindicatos del Comité. Desde UGT pretendemos ser rigurosos, y no podemos criticar aún a las cuatro organizaciones sindicales por firmar, o dar conformidad de palabra o hecho, a un supuesto documento acordado con la Dirección de la Empresa. 

Lo que sí criticamos es que se está negociando un hachazo, y que lo que pretenden recortar a los trabajadores se esta ejecutando con alevosía, con opacidad y traición; usurpado el debate de cuestiones muy importantes a los mismos desde el primer momento de la negociación. Por eso exigimos públicamente la celebración de una ASAMBLEA GENERAL DE TRABAJADORES con carácter extraordinario y urgente. Hay sindicatos que en sus blogs aplauden a rabiar la vertiente asamblearia del movimiento 15-M, pero luego no desean la asamblea ni el debate de los trabajadores aquí. Y otros sindicatos llaman permanentemente a la revuelta social en España, excepto en Tussam.

            También podemos valorar un documento que nos han hecho llegar, cuyo contenido, dicen algunos, está próximo a lo que finalmente acordarán los cuatro sindicatos del Comité y la Dirección de la Empresa. Ya hemos manifestado muchas veces, y lo hacemos una vez más, que los trabajadores no debemos prestar atención al salario nominal, sino al poder adquisitivo de nuestro sueldo. Si nos suben 30 euros al mes, y se incrementa a la vez el coste de la compra mensual que hacemos en el hipermercado en 60 euros, entonces estamos perdiendo poder adquisitivo. Pues bien, el susodicho documento implicaba una pérdida de poder adquisitivo del 22% durante el periodo 2010-2016, para un trabajador que en 2009 tuviera un sueldo bruto de 30.000 euros. ¡Escandaloso, intolerable e irrecuperable! Sobre todo si es cierto lo que dicen algunos sobre que Tussam sigue pagando el salario y los bonobuses escolares al dictador Arizaga.

            Además, si se confirma que el acuerdo de convenio colectivo va a durar hasta 2016, ata de pies y manos al Comité de Empresa que surja de las próximas elecciones sindicales en otoño de 2012. ¿Qué van a ofrecer los programas electorales de las organizaciones sindicales a los trabajadores, si el nuevo Comité de Empresa que surja en las próximas elecciones sindicales no puede negociar un solo convenio colectivo durante 2012-2016? Este es hecho es muy grave y totalmente anormal en la historia sindical de esta empresa. 

            En las declaraciones públicas que realizó el Alcalde durante su visita a nuestras instalaciones dijo lo que viene diciendo esta sección sindical hace varios años: el anterior Gobierno Municipal de PSOE e IU es el responsable de la deuda  acumulada por Tussam, que ahora mismo se cifra en 70 millones de euros. Al igual que en el discurso mantenido por UGT, el Alcalde en ningún momento cargó contra los trabajadores ni contra un supuesto convenio lleno de privilegios laborales como causante de un solo euro de deuda.

El Alcalde tampoco achacó, como tampoco lo hace UGT, al impacto de la crisis económica internacional la aparición de los 70 millones de deuda. Y ello porque dicha deuda no ha surgido de manera instantánea, sino que es producto de un proceso acumulativo, agudizado en estos últimos cuatro años para castigarnos a los trabajadores: la insuficiencia de las transferencias municipales anuales y la caída de los ingresos de explotación derivada de la pérdida de nueve millones de usuarios. En síntesis, los 70 millones de deuda de nuestra empresa también estarían ahí independientemente de la coyuntura económica internacional más o menos favorable.

Si todo el mundo está de acuerdo (hasta Zoido) en que no tenemos salarios privilegiados, ni condiciones laborales privilegiadas respecto a otros trabajadores de ámbito municipal,  ni hemos provocado un euro de deuda, no entendemos cómo la Dirección de la Empresa y los sindicatos pertenecientes al Comité negocian un contundente recorte. No obstante, que sepan que van a tener en frente a UGT.  Estamos hartos de que siempre paguen los mismos, hartos de las injusticias, de la indefensión de los trabajadores de Tussam producto del derrotismo, la debilidad y el pancismo instaurado en el Comité de Empresa, de los silencios cómplices, etc.

             Al final los sindicatos representados en el Comité de Empresa, al negociar sacrificios, les dan la razón a los anteriores dirigentes políticos y empresariales. Le dan la razón al Carlos Arizaga, Guillermo Gutiérrez, Fran Fernández, etc.; individuos que han mantenido hasta última hora que era imprescindible un recorte de salarios y derechos contundente porque achacaban la mala situación económica de la empresa a un convenio colectivo lleno de privilegios y a unos salarios astronómicos. Todo ello conseguido, decían, con el chantaje huelguista de los trabajadores al “pobre” Alcalde de turno antes de la semana de Feria. 

Perdemos alarmantemente poder adquisitivo, desaparecen derechos consolidados, empeoran las condiciones de trabajo, pero avanzamos. No es un retroceso, es un avance en dirección contraria. Esa va a ser la propaganda que utilizaran para defender el recorte que justificará la Pax Zoidiana.

Revolucionarios de paginas web, rebeldes de blogs, activistas de salón contra el neoliberalismo, catedráticos del sindicalismo asambleario, agitadores panfletarios, todos ellos exigentes doctrinarios en cuestiones sindicales, se preparan para convencer a la plantilla de que la supervivencia de TUSSAM pasa por un convenio como el que están dispuestos a rubricar.

Preparémonos entonces para magistrales lecciones de sindicalismo pragmático. Dispongámonos para leer y escuchar la inevitabilidad de las medidas pactadas. Escuchemos con atención las justificaciones de tales medidas, seguramente con el argumento de preservar la continuidad de la empresa, algo, por cierto, que ni siquiera el Alcalde se lo plantea.

Todo ello, tras un trienio donde este Comité de Empresa ha sido derrotado en cuantos conflictos ha tenido con la dirección política y empresarial. Perdió la batalla mediática cuando algunos dirigentes políticos justificaban la deuda de TUSSAM por las condiciones privilegiadas de los trabajadores, y sucumbieron a las decisiones dictatoriales del anterior gerente que eliminaban derechos contemplados en el convenio colectivo.

Sindicalistas que la última vez que sus manos tocaron la goma de un volante de autobús todavía vestían la camisa celeste, afectados alguno de ese virus que causa la roscofobia y para el que parece ser no existe tratamiento efectivo. Liberados a perpetuidad que siempre defienden los derechos de los trabajadores, no como los de UGT que son todos traidores o corruptos. Ellos, si pactan recortes, es para salvar la empresa; no como otros, que si pactan es para hundir en la miseria a los trabajadores. Representantes de los trabajadores que han sido incapaces de ponerse de acuerdo para abrir el Comité de Empresa que genera tres puestos de trabajo, lo que ha ahorrado a la empresa casi 300.000 euros en tres años. Esos son los que harán un referéndum y te dirán que es la única salida, y que las revoluciones están bien, pero que la hagan otros, en TUSSAM se postergará al menos hasta el 2016.

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