Que no le quepa la mínima
duda a los trabajadores de la plantilla que el acuerdo alcanzando por los
cuatro sindicatos representados en el Comité y la Dirección de la Empresa, implica una
reducción drástica e irrecuperable en el poder adquisitivo de nuestros
salarios. Que cada uno haga sus
propios cálculos tranquilamente, teniendo lógicamente presente el computar los
efectos de la inflación.
Si algún trabajador no se quiere molestar en realizar
los cálculos puede leer, entre otros, el punto número 38.2.7del acuerdo, que
establece lo siguiente: “Si durante los
años comprendidos entre 2012 y 2016, ambos incluidos, se aprobase normativa
legal presupuestaria que implicara reducción salarial superior a la contenida
en este convenio, el importe de todos los conceptos retributivos sobre los que
se aplicará el correspondiente porcentaje será (…)”. Es decir, se reconoce en primer lugar que el acuerdo implica una
reducción salarial; y además, que si se aprobase legalmente otro recorte
salarial los cuatro sindicatos del Comité de Empresa ya han dado su visto bueno
a su aplicación inmediata y automática, sin esperar a conocer siquiera si esa normativa
legal presupuestaria vincula jurídicamente a nuestra empresa o no.
Otra cuestión es la magnitud de la disminución del
poder de compra, que es más discutible puesto que su estimación depende de
variables económicas como la inflación futura. En la hipótesis más optimista
para los trabajadores, en la que la Dirección de la Empresa no se descuelgue
del convenio colectivo por causa objetiva y no se apruebe normativa legal
presupuestaria con más recorte salarial; estimamos para los años de vigencia del convenio
colectivo una pérdida de poder adquisitivo aproximadamente del 12 % para un
trabajador que cobrara en 2009 un importe bruto anual de 30.000 euros.
Y una ultima cuestión, la cual nos produce
muchísima indignación sindical, es que los trabajadores que más ganan sufren
una pérdida de poder adquisitivo menor, y los que menos ganan una pérdida
mayor. Es decir, el recorte pactado no es progresivo, ni siquiera proporcional,
sino regresivo. Algo totalmente sorprendente, impropio y anormal en organizaciones
sindicales que dicen defender la justicia social, el reparto de la riqueza, el
Estado del Bienestar, la progresividad en el sistema tributario, la
solidaridad, etc., etc.
¿Qué ha pasado en otros ámbitos municipales hasta la
fecha? En el acuerdo alcanzando por el Comité de Empresa y los responsables
empresariales de LIPASAM el pasado Martes Santo, que desconvocaba finalmente la
huelga prevista entre el Miércoles Santo y el Sábado Santo, se regula lo siguiente:
- Prorrogar el Convenio Colectivo un año (2012),
manteniendo los mismos conceptos sociales y salariales que tenían a 31/12/2011.
- La reducción del 5% de los gastos de personal será
de aplicación a partir de 2013. Durante el transcurso de este año 2012 las
partes se comprometen a estudiar y concretar donde se aplicará tal reducción.
Es decir, que de momento en LIPASAM han conseguido
aplazar para 2013 la poda salarial, y ya veremos si finalmente se aplica o no y
en qué porcentaje. Estaremos expectantes de la evolución negociadora en dicha empresa
municipal.
En cuanto al acuerdo alcanzando por la Policía Local,
después de varias semanas de conflicto con huelga de “bolis caídos” incluida, con
el Alcalde en plena Feria de Abril, contempla el pago a finales del presente año 2012 de algo más de un 20% de
los 2.900.000 euros adeudados a la plantilla en concepto de reclasificación
profesional, es decir, unos 600.000 euros, mientras que el resto se abonará en
el transcurso de los ejercicios 2013 y 2014. Esto implica que el incremento salarial medio en la Policía Local será
de 2.369 euros. Y algo parecido ha
prometido el Alcalde para el Cuerpo de Bomberos.
Como corolario de lo expuesto, estamos
convencidos en UGT, que la debilidad
y el pancismo de los sindicatos con representación en el Comité de Empresa, son
causa directa de que los mayores sacrificados en la austeridad laboral defendida
por el Gobierno Municipal sean los trabajadores de Tussam. En función de la
fortaleza y resistencia sindical que se ha ido encontrando el Ayuntamiento a la
hora de llevar a cabo sus planes de ajuste salarial, así ha sido el resultado
final de las negociaciones. Obviamente, a más debilidad sindical más perjuicio
económico para los trabajadores.
En varias ocasiones el Alcalde manifestó que la deuda de TUSSAM era
producto exclusivo de la mala gestión del anterior Gobierno Municipal, y en
ningún caso causada por privilegios ni excesos en condiciones laborales/salariales
de los trabajadores. Pero finalmente, nos ha hecho pagar a todos nosotros por
aquella mala gestión. Fuimos victimas de los anteriores y hemos sido
penalizados por los actuales con el beneplácito de unas elites sindicales que
no han sabido defender los derechos de los trabajadores. Como ejemplo, la sutil
medida de “bolis caídos” de la
Policía Local que ha permitido conseguir a este colectivo sus
reivindicaciones.
Además, resulta paradójico y muy injusto
que el Alcalde tenga más ganas de aplicar recortes salariales en sus empleados
que en sus directivos. El Ayuntamiento de Sevilla no cumple con el Real Decreto
emitido por el Gobierno de España sobre “Regulación
del régimen retributivo de los máximos responsables del sector publico
empresarial” aprobado a principios de este año. Este Real Decreto impone
los siguientes límites: los directores de las grandes empresas cobrarán 105.000
euros anuales como máximo, los de las medianas recibirán 80.000 euros y los de
las pequeñas tendrán un salario de 55.000.
Sin embargo, existen cuatro directores
gerentes que claramente rebasan el límite salarial más alto de los tres: el de
Fibes (150.000 euros), el de Emasesa (134.714 euros), el de Urbanismo (127.233
euros) y el de Emvisesa (113.431 euros). Respecto a nuestro Director-Gerente su
sueldo ronda los 100.000 euros. La opinión de esta sección sindical de UGT, expresada ya otras veces en
nuestros escritos, es la siguiente: nadie perteneciente al sector público
municipal de Sevilla puede ganar más que el Alcalde (59.000 euros). Por
consiguiente, instamos al Alcalde a aplicar con carácter de urgencia un tope
máximo salarial de 55.000 euros en todo el sector público municipal a su cargo.
Por desgracia, las disminuciones salariales
aplicadas en nuestra empresa, con el consentimiento gravísimo e histórico de
los sindicatos representados en el Comité de Empresa, van a servir para
financiar la subida salarial de la Policía Local, la Copa Davis (60.000
euros puestos directamente por TUSSAM), o engendros como el proyecto municipal Operación
Talento (un concurso a lo “operación triunfo” para jóvenes sevillanos
aficionados a la música, con un coste de 21.000 euros).
Por ultimo, respetamos desde UGT el resultado favorable del
referéndum sobre el convenio, del mismo modo que esperamos sea respetada
nuestra posición sindical y la de los 203 compañeros que ejercieron su voto sin
apoyar el acuerdo, a pesar de la unanimidad sindical y gerencial solicitando el
sí. Estamos convencidos de que si llega a celebrarse una Asamblea General de
Trabajadores, convocada por el Comité de Empresa, el perjuicio salarial para la
plantilla hubiese sido menor, pero no quisieron que los trabajadores
debatieran, ni marcaran directrices en pleno proceso negociador.