Al histórico menoscabo de Derechos sufrido por lo trabajadores desde hace tres años (entre otros la pérdida de la Lanzadera ) a la disminución del poder adquisitivo de los salarios en un 7% en 2010 y 2011, a la actitud favorable a un recorte colosal en los sueldos por parte de los sindicatos representados en el Comité de Empresa; se añade ahora una subida del impuesto sobre la renta de las personas físicas adoptada por el Gobierno, entre otras medidas regresivas. En concreto, el gravamen en el IRPF que va a incidir en los salarios de los trabajadores de esta empresa, oscilará entre el 3% y el 4%, nada más y nada menos.
Obviamente desde la sección sindical de UGT no vamos a responsabilizar sindicalmente al Comité de Empresa del sorpresivo aumento de impuestos decidido por el Consejo de Ministros, pero sí del resto de problemas que sufre la plantilla. Entre otros problemas, el grave y reiterado incumplimiento por parte de los responsables políticos y empresariales a la hora de abonar las nóminas correspondientes en tiempo y forma. Es intolerable que haya trabajadores con saldo negativo en sus respectivas cuentas corrientes sufriendo toda clase de perjuicios económicos, e incluso teniendo que pedir prestado a familiares, amigos, etc.
Nos consta que recaudamos al mes a nuestros usuarios aproximadamente un millón de euros, por consiguiente, en diciembre debe haberse ingresado una cifra parecida. De ese millón de euros en poder de Tussam, ¿por qué no se ingresó un anticipo el día 30 de diciembre, mientras tanto se solucionaban los problemas crediticios y/o presupuestarios? Exigimos públicamente a la Dirección de la Empresa una explicación motivada del destino dado a dicha cantidad, también del otro millón de euros ingresado en noviembre.
Una consecuencia “positiva” de que los responsables políticos y empresariales hayan incumplido el pago de las nóminas ha sido la paralización de la negociación del sacrificio salarial que el Comité de Empresa ha asumido por su cuenta para la plantilla. Desde luego no tenían otra opción, ya que hubiera sido bochornoso que mientras se pactaba el recorte, los trabajadores y sus familias no cobraran. Por desgracia, creemos que una vez resuelta la regularidad en el pago de las nóminas se volverá a negociar la magnitud del sacrificio, que entendemos va a ser imponente, porque partimos del poder adquisitivo perdido en 2010 y 2011 más el incremento de 3 o 4 puntos de gravamen en el IRPF anunciado por el Gobierno.
La falacia utilizada por los sindicatos representados en el Comité de Empresa para esconder su estrepitoso fracaso y su servil claudicación es esgrimir la salvación de la empresa. ¿De qué y de quién hay que salvar la empresa? ¿Hay algún expediente de regulación de empleo encima de la mesa? No, todo lo contrario, se está incrementado el empleo al cumplirse con el compromiso adquirido con los compañeros de la Bolsa de Desempleo. ¿Existe un plan de privatización de algunas líneas o de la gestión y explotación del servicio de transportes? No, se está estableciendo o ampliando líneas y existe un comprimo electoral del Alcalde sobre el carácter público de Tussam. ¿El convenio colectivo de Tussam contiene privilegios en comparación con los existentes en el ámbito municipal que hay que eliminar porque genera unos costes insoportables? La respuesta unánime es que no.
Esta sección sindical de UGT está de acuerdo con la moderación salarial teniendo en cuenta el contexto social actual, pero no con más pérdidas de poder adquisitivo, ni asumimos sindicalmente los recortes en Derechos y Salarios de estos últimos tres años. Estamos de acuerdo con la idea de prestar un servicio de calidad y lo más eficiente posible, de funcionar con más eficacia, pero a cambio exigimos a este Gobierno Municipal que cumpla con lo mandatado para nuestra empresa pública por el Texto Refundido de la Ley General de Estabilidad Presupuestaria, Real Decreto Legislativo 2/2007 de 28 de diciembre, y con el R.D. 1463/2007 por el que se aprueba el reglamento de desarrollo de la Ley 18/2001, de Estabilidad Presupuestaria; es decir: que se dote desde el Ayuntamiento todos los recursos necesarios para que se cubran todos los gastos anuales previstos por Tussam, sin que deba ésta incurrir en pérdidas por aportaciones municipales insuficientes o aportaciones previstas y no realizadas.
El mayor problema que tienen los trabajadores es la parálisis institucional del Comité de Empresa estos tres años, con algunos de sus miembros prestando más atención a sus liberaciones perpetuas que a los problemas laborales. Se tuvo que haber adelantado las elecciones sindicales hace un año, pero el temor a perder votos y por ende las horas sindicales correspondientes lo hicieron imposible. Por todo lo expuesto, entendemos necesaria y urgente una Asamblea General de Trabajadores, órgano máximo de debate y decisión colectiva de los trabajadores, sean afiliados a sindicatos o no. Este es el foro adecuado para debatir y aprobar las medidas contundentes que crea oportuna la Asamblea.