viernes, 4 de marzo de 2011

AHORA LES TOCA A LOS ALTERNATIVOS

         El 29 de septiembre de 2010 UGT y CCOO convocaron una huelga general en contra de los recortes de los Derechos de los Trabajadores que previsiblemente iba a promover el Gobierno del país ante las presiones externas que la economía española estaba padeciendo. Durante semanas desde la derecha mediática y política se manifestaba que todo era un montaje, un pasteleo de las dos grandes organizaciones sindicales que junto con el Gobierno habían diseñado la escenografía precisa para que cada parte saliera cómo defensoras de sus postulados; el gobierno como adalid del interés general y los sindicatos como defensores de los intereses de los trabajadores.

         Hace poco, el Gobierno, los Sindicatos UGT y CCOO y la Patronal han llegado a un acuerdo que, sin ser satisfactorio para todas las partes, de eso se trata cuando se llega a acuerdos, han permitido reducir el impacto que hubiera supuesto la aprobación de medidas sin el concurso de los agentes sociales, y que ha sido calificado por determinados sectores sindicales y mediáticos como de traición a la clase trabajadora, compartiendo argumentos con la derecha política, que en esa cualidad que a veces le caracteriza se ha convertido, de la noche a la mañana, en más izquierdista que los propios sindicatos.

         Los sectores mencionados y la derecha mediática y política no concede nunca la posibilidad de acertar. Si los sindicatos mayoritarios convocan una huelga general es una clara obra teatral pactada previamente; si pactan son unos traidores a sus propias bases. Dicho esto último por quienes incluso no militan en estas organizaciones sindicales pero que se convierten en sus portavoces.

         El acuerdo rompe con la pretensión inicial de generalizar la edad de 67 años para jubilarse con la pensión plena e incorpora el concepto de carrera de cotización que permitirá la jubilación en diferentes edades, 63,65 y 67 años, por lo que más de la mitad de los trabajadores podrán seguir jubilándose con pensión completa a los 65 años. Este acuerdo, además, mejora con una cotización adicional a las mujeres que dejaron el empleo por la maternidad, reconoce derechos a los jóvenes becarios o en prácticas en las empresas, mantiene la jubilación parcial y refuerzan los incentivos al retraso en la edad de jubilación y equipara a los trabajadores del régimen agrario con los del régimen general de la seguridad social (una desigualdad histórica que ha podido corregirse después de 30 años de reivindicaciones).

         Uno de los objetivos, quizás el más buscado por el capitalismo financiero, en su ataque al Estado del Bienestar es la disminución del poder sindical, de la acción colectiva en defensa de los derechos de los trabajadores, por eso, el acuerdo base con la patronal sobre la negociación colectiva reviste de una importancia vital, pues mantiene la autonomía de sindicatos y empresarios sobre tres ejes clave: primero la primacía del convenio colectivo sectorial estatal; segundo la potenciación del sindicato como principal agente de negociación colectiva; y tercero, que la flexibilidad interna de la empresa, su adecuación a los cambios, debe realizarse con una mayor participación de los representantes de los trabajadores. Por tanto, el objetivo es que haya más negociación colectiva y que las condiciones de trabajo se regulen colectivamente y no a través de relaciones individuales, como así se pretende desde algunos sectores económicos. Este es en síntesis el acuerdo que UGT ha pactado con el Gobierno y la Patronal y, si bien sería absurdo negar el aumento de la edad de jubilación, se han introducido elementos que matizan ese crecimiento incorporando medidas que van a permitir mejorar otros aspectos que también afectan a amplios sectores de la población trabajadora de este país.

         Llegado a este punto las críticas hacia UGT por parte de algunos sindicatos que se denominan independientes no han faltado, pues en el guión de su subsistencia está que siempre el culpable es el otro, el que negocia, el que acuerda, dado que ellos mantienen una implantación geográfica limitada, aunque desde la firma del acuerdo no han planteado ninguna medida movilizadora en su contra, pues entendemos que la creación de un sindicato independiente es para ser alternativa a los mayoritarios y para que expongan sus propuestas y negocien en los foros pertinentes, aunque parece lógico que el gobierno de la nación está obligado a negociar con aquellos sindicatos que tienen mas de dos millones de afiliados, y que han sido votados mayoritariamente por los trabajadores en las elecciones sindicales haciendo un cómputo estatal, que con aquellos otros que no alcanzan la suficiente representatividad en el Estado. Aunque parece ser por las afirmaciones de algunos que los trabajadores votantes y los afiliados están equivocados y que mantienen en sus órganos dirección a compañeros/as  traidores a la clase trabajadora, lo cuales han sido elegidos, por si alguien no lo sabe, tan democráticamente como en cualquier otra organización obrera.

         A pesar de ello, UGT ha defendido la negociación colectiva, elemento este esencial que estaba en la agenda del poder económico para eliminarla. Por eso, en TUSSAM, en la próxima negociación del convenio colectivo, tienen algunos la posibilidad de mejorar lo que UGT ha conseguido a nivel nacional. En un convenio colectivo no se puede regular normas que vayan contra leyes jerárquicamente superiores, por ejemplo contra el Estatuto de los Trabajadores, pero sí se puede mejorar los Derechos recogidos en dichas leyes e incluso implantar nuevos Derechos. Verbigracia establecer en el Convenio Colectivo el Derecho a jubilarse a los 65 años.

         Ahora es el momento de que sindicatos alternativos de clase, independientes, libres y no subvencionados, reconduzcan la situación y si convocan alguna jornada de huelga desde UGT ya avanzamos que no la calificaremos de pasteleo. Como tampoco los llamaremos traidores si no consiguen ni siquiera que se restablezca la Lanzadera, que recordamos para los olvidadizos era un Derecho de los trabajadores de TUSSAM. Y os aseguramos que nuestro Secretario General Federal nada ha tenido que ver con el hurto impune de la Lanzadera. Tan obsesionados están algunos con que UGT solo pacta recortes de Derechos que cuando se producen en TUSSAM nadie es responsable, simplemente, sin necesidad de pactar, se eliminan de un día a otro. Y todavía hay quien da clases de sindicalismo.

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