Llevamos más de trece meses sin convenio colectivo y sufriendo una pérdida de poder adquisitivo en nuestros salarios galopante. La inflación de enero de 2011 se ha situado en una tasa interanual de 3,3%, lo que supone un aumento de tres décimas respecto a diciembre de 2010. Entre las principales causas de esta evolución se encuentra el incremento del precio de la electricidad, que alcanza un nuevo máximo desde enero de 2002, la subida del precio del tabaco, por la subida de impuestos, y la de los alimentos y bebidas no alcohólicas.
Si este año de 2011 tampoco tenemos convenio colectivo que proteja nuestros salarios y la tasa interanual de inflación también es del 3,3% en diciembre, la pérdida de poder adquisitivo acumulada a final de año puede ser tremenda. En concreto, un trabajador de la plantilla con un sueldo bruto anual de 30.000 euros en 2009 sufrirá una pérdida de su poder de compra de 1.920 euros. ¡Este hecho no tiene parangón en la historia sindical de Tussam! Y lo que es peor todavía: ¿Cuándo vamos a recuperar lo perdido? ¿En qué convenio colectivo los sindicatos con representación en el Comité de Empresa van a exigir la restitución del salario real de los trabajadores?
Añádase a lo anterior la incapacidad sindical manifiesta para resolver la problemática laboral, que se va eternizando en el tiempo sin solución, a pesar de que los sindicatos representados en el Comité de Empresa disponen para ello con un mínimo de 1.240 horas sindicales al mes. ¿En qué se utilizan tantas horas si no se resuelven los problemas de los trabajadores y no se está negociando convenio colectivo alguno, en hibernar dentro de las cuevas como los osos mientras transitan las tormentas de nieve en el exterior?. Recordemos parte de esa problemática: los incumplibles horarios de los servicios, el aumento en 2010 de las diferencias en condiciones laborales entre los trabajadores de Tussam y el resto de los trabajadores municipales, la sustracción infame de la Lanzadera, la promoción constante del desprestigio de los trabajadores en los medios de comunicación, las persecuciones a trabajadores, los retrasos intencionados en la nómina e impagos de conceptos retributivos, los recortes en los servicios prestados con el consiguiente castigo a los usuarios y las chulerías constantes del Director-Gerente producto de la debilidad de los sindicatos con representación en el Comité de Empresa.
Punto y aparte merece el tema de la Bolsa de Desempleo. Tenemos constancia directa de varias familias que lo están pasando mal. Por consiguiente, es urgente una solución definitiva a estos dramas familiares: que sus representantes sindicales defiendan sus legítimos intereses en una mesa de negociación legalmente constituida, sea la Comisión Mixta Permanente o la Mesa de Convenio. Es en un foro de negociación laboral entre los sindicatos con representación en el Comité y la Dirección de la Empresa donde verdaderamente se tiene que resolver esta problemática, aunque es verdad que ayuda el pronunciamiento unánime de un órgano tan importante como es el Pleno del Ayuntamiento. Por tanto, los sindicatos representados en el Comité de Empresa no pueden lavarse las manos como Pilatos ni hacer dejación de sus principales funciones, ni intentar extender su fundamental responsabilidad en el fracaso a la hora de crear empleo fijo a elementos externos a la empresa.
Conviene comparar lo acontecido con la Bolsa de Empleo de Tussam con la Bolsa del Ayuntamiento. Por un lado, los sindicatos de Tussam en actitud pasiva, pancista e insolidaria (aunque no todos en el mismo grado) dejando solos a los temporales en la defensa de sus intereses; por otro, los sindicatos municipales exigiendo y consiguiendo el cumplimiento de los acuerdos alcanzados (sin tener que recurrir a todo el arco político municipal) con respecto a la creación de empleo: ya se publicaron las bases para cubrir 193 plazas de carácter indefinido en el Ayuntamiento de Sevilla, y el pasado jueves 17 de febrero la Junta de Gobierno de la Corporación Municipal aprobó la convocatoria de 53 plazas de Policía Local.
Desde UGT hemos mantenido, y lo seguimos haciendo ahora, que el mayor problema que tienen los trabajadores de Tussam es la “parálisis” de sus representantes sindicales. Incapaces de ejercer sus funciones básicas como son la negociación de un convenio colectivo digno, con creación de empleo indefinido, y la resolución de cuanta problemática laboral vaya surgiendo, a pesar de contar para ello con un mínimo de 1.240 horas sindicales al mes. Y son muchos los trabajadores de la plantilla que tienen esta misma opinión y que nos han trasladado su preocupación, sus inquietudes, sus preguntas sobre la manera de remediar esta “parálisis sindical permanente”.
Producto de una reflexión presidida exclusivamente por el interés general de los trabajadores, con la finalidad de remediar este letargo sindical, llegamos a la conclusión en UGT de que puede ser eficaz un adelanto de las elecciones sindicales. Si alguien tiene otra propuesta que la diga públicamente. Es probable que del veredicto emitido por los trabajadores en unas elecciones sindicales, surja una composición del Comité de Empresa diferente a la actual que sea capaz de desatascar el statu quo actual. Por ello exigimos a los miembros del Comité que dimitan, o por lo menos que promuevan un referéndum para que la plantilla se manifieste de forma libre y secreta sobre el adelanto de las elecciones sindicales. Esperamos que no haya ningún temor a este referéndum, sobre todo por los sindicatos abanderados, en otro tiempo, de la democracia directa.
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