Cuatro años después volvemos a iniciar
una nueva campaña electoral con el objetivo de que los trabajadores nos den la
confianza necesaria para recuperar los derechos que se han perdido, una tarea difícil
y complicada, en un contexto de permanente ataque a la clase trabajadora y
dirigido a menoscabar los avances sociales que parecían consolidados, pero que
el tiempo demuestra que no existe nada permanente, salvo las suculentas
fortunas de los poderosos, mientras los trabajadores volvemos a retroceder en
condiciones laborales mediante decretos leyes a niveles de hace mas de dos
décadas.
Durante estos cuatro años, con mucho
esfuerzo personal y con todavía más vocación sindical, hemos intentado
trasladar a todos los trabajadores nuestras alternativas, nuestras opiniones,
en las decenas de problemas laborales que han ido acaeciendo, distribuyendo
mensualmente una revista. También hemos manifestado nuestro contundente rechazo
con algunos acuerdos que entendíamos no concordaban con algunas proclamas
sindicales que exigían posiciones inflexibles a otros, mientras en TUSSAM se
pactaba lo contrario.
La herencia que el próximo Comité de
Empresa que emane de las urnas va a recibir es la peor de los últimos 30 años.
Hemos tenido que ver cómo se escamoteaba una Asamblea General, por lo menos una,
antes del preacuerdo del Convenio Colectivo y del Plan de Viabilidad. Hemos
tenido que ver cómo, por vez primera en la historia sindical de esta empresa,
se firmaba un convenio colectivo con un recorte salarial en nuestro poder
adquisitivo irrecuperable (a la mayor gloria del habilidoso y afable Director-Gerente).
Y cómo algunos miembros del Comité se desentendían de sus obligaciones como
tales, a la hora de defender con firmeza a los compañeros integrantes de la Bolsa de Desempleo.
Por ello, entendemos imprescindible la
presencia de UGT en esta empresa. Una organización que dispone
de una estructura fuerte implantada en todos los sectores productivos del país
y consolidada por la confianza, después de más de 124 años de presencia en el
mundo obrero (es el sindicato más antiguo de España), por miles de afiliados
que, generación tras generación, reconocen el esfuerzo de continuar defendiendo
los intereses de los trabajadores. Y ese reconocimiento, teniendo presente los
errores que cualquier organización formada por personas pueda cometer.
Estamos plenamente convencidos de que
los trabajadores que conforman la plantilla de Tussam son, y serán, más
vulnerables sindicalmente a los importantes ataques que están recibiendo, sin
la presencia en el Comité de Empresa de UGT.
No queremos decir con esto que estén salvados de lo que pueda venir, pero
entendemos que los trabajadores no deben privarse de utilizar una herramienta
sindical potente para salvaguardar sus intereses, sus derechos y sus
condiciones laborales ya maltrechas.
Concurrimos a estas elecciones
sindicales con una lista que incluye experiencia y juventud, ambas necesarias,
para enfrentarnos a los retos que seguro llegarán, siempre desde el
conocimiento del contexto económico y social y desde posiciones que nos
permitan siempre avanzar en las condiciones laborales. Una lista tan legítima
como cualquiera de las que se presentan, con trabajadores que desde su libertad
han decidido estar y que entienden las elecciones sindicales como la máxima
expresión de la democracia en el ámbito laboral.
UGT se presenta, como así establece la ley,
a las elecciones sindicales al Comité de Empresa, pero no con la intención de
cerrarlo. No tiene sentido presentarse a un órgano unitario de los trabajadores
para luego acabar con su funcionalidad, sino para convertirlo en una
herramienta al servicio de los mismos. Es tan absurdo, como si los partidos
políticos se presentasen al Parlamento con el objetivo de cerrarlo. Los
trabajadores votan a miembros del Comité de Empresa y UGT, con independencia de su Sección Sindical, respeta la
funcionalidad de ese órgano de representación elegido por los trabajadores.
Quien no esté de acuerdo, quien no crea en este órgano de representación tiene
la opción de no presentarse, también legítima, pero lo que no se puede es
utilizar los medios sindicales (amparo jurídico, horas sindicales, etc.,) que
otorga ser miembro de un Comité de Empresa y luego cerrarlo.