Las políticas de austeridad auspiciadas, promocionadas y jaleadas por el dogma económico liberal han fracasado. Los gobiernos conservadores europeos, con el alemán a la cabeza y seguido por el español, se han equivocado gravemente en esta crisis. Sólo desde el más completo cinismo, o desde intereses encubiertos (verbigracia los intereses de la banca alemana) podría negarse el rotundo fracaso de esas medidas, certificado por datos económicos de todas las procedencias, incluido el propio Fondo Monetario Internacional (FMI).
La progresiva eliminación del derecho del trabajo, el empobrecimiento masivo de la población, el desmantelamiento de los mecanismos y redes de protección social que esa misma población paga con sus impuestos, son conductas repulsivas y merecedoras de una movilización contundente.
Las políticas de austeridad deben ser sustituidas de forma urgente por otras destinadas a fomentar el desarrollo económico y la creación de empleo. La reducción patológica, urgente y tajante del déficit público deprime el consumo público; que junto al ya decaído consumo privado, son una maquina de destrucción de empleo. Ningún país en la historia ha devuelto su deuda sin crecimiento económico, y con una dramática tasa de paro (el 25%) menos todavía.
Este conflicto no es solo laboral. El desmantelamiento del Estado de bienestar perjudica a toda la sociedad (sólo se salvan las élites económico-financieras) y toda la sociedad está llamada a la movilización. Desde los trabajadores y trabajadoras del sector público (desvalijados de remuneraciones y derechos) hasta los trabajadores del campo.
En las elecciones generales de 2011 nadie pudo pronunciarse sobre el abaratamiento del despido, el cambio de modelo educativo, el repago sanitario, la reducción de prestaciones sanitarias, el desmantelamiento de los servicios sociales, la subida de impuestos, la reducción de salario, o la pérdida de empleo en las administraciones y empresas públicas, ni sobre la reducción de las prestaciones por desempleo… La Huelga General es una oportunidad para expresarse respecto de estas medidas que fueron ocultadas a la opinión pública en las últimas elecciones generales
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